Inventor: Luis Torres Piñar
Invento:
El objeto de la presente invención se refiere a un nuevo tipo de ladrillo para la construcción que evita la realización de regatas para posteriores instalaciones de cableado eléctrico o de fontanería en todo tipo de inmuebles.
Con este nuevo modelo de ladrillo que incorpora el canal para las futuras instalaciones se simplifica de una manera decisiva la etapa final de la construcción en que, para el empotramiento de las instalaciones, son precisas enojosas operaciones con maceta y escarpa o con máquinas radiales cortadoras o rozadoras. Este tipo de operaciones, al ser puramente destructivas, conducen a pérdidas de calidad en el producto final, suponen pérdida de rendimiento global en la construcción y generan polución acústica que, aunque está generalmente asumida, es innecesaria y evitable.
La presente invención, tal como ha quedado expuesto en la introducción, se refiere a un nuevo tipo de ladrillo que se fabrica incorporando un canal abierto de sección cuadrada, rectangular o semicircular, de dimensiones suficientes para admitir la colocación en el interior de dicho canal de conducciones eléctricas, fontanería, aire acondicionado / calefacción, comunicaciones etc.
Esta solución es muy adecuada en los tiempos modernos en que ya no se recurre a la improvisación por parte de los albañiles a la hora de diseñar las regatas necesarias para el empotramiento de instalaciones. Hoy día, en las construcciones de calidad, se cuenta desde el principio con los planos constructivos que definen la ubicación exacta de las diferentes instalaciones, por lo cual el operario debe limitarse a seguir lo previsto en su momento por arquitectos o aparejadores.
El inventor del ladrillo con canal ha previsto la fabricación de diversos tipos de ladrillos que, combinados adecuadamente, permiten la formación de todo tipo de regatas y canalizaciones en las paredes incluyendo también el caso del empotramiento de las cajas de conexiones y de distribución, enchufes e interruptores.
La utilización de este tipo de ladrillo permite no solo un abaratamiento del producto por ahorro de material, sino también una sensible mejora en el rendimiento constructivo y en el acabado final de las paredes.
Los ladrillos se pueden fabricar en cualquier tipo de material de los usuales en estos elementos constructivos y con todo tipo de dimensiones normalizadas. Es decir se piensa en la fabricación de ladrillos huecos de 12 x 25 cm., ladrillos huecos de 16 x 33 cm., ladrillos para paneles acústicos, considerando siempre que el canal debe tener una profundidad de unos 4 cm., siendo la anchura del canal diferente para los ladrillos destinados a electricidad, comunicaciones, TV, etc. (siendo suficiente en estos casos con 3 cm.), de los destinados a instalación de fontanería o calefacción. (En estos últimos casos la anchura del canal no debe de ser inferior a los 6 cm.). De todas formas, el inventor no descarta la fabricación de ladrillos con dimensiones especiales de acuerdo con los requerimientos de cada construcción.
Chat de Atención 
