Grifo de radiador con purgador incorporado

Inventor: Antonio Ramón López Rodríguez

Biografía:

Nació hace 62 años en Cartagena. Su Profesión de fontanero unido a su carácter de emprendedor le han llevado a inventar »Grifo de radiador con purgador incorporado». Se reconoce como un apasionado del Dibujo Lineal-Óleo, La Nautica y el Submarinismo.

Invento:

La presente invención se refiere a un nuevo grifo de entrada para los radiadores convencionales que presenta como singularidad la de llevar incorporado el purgador para la eliminación de aire de la instalación.

Aunque parece una disposición que en principio no tiene mayores ventajas que las de las instalaciones habituales, en las que el purgador está colocado aisladamente en el extremo opuesto del radiador, veremos en el presente documento que en multitud de ocasiones sí las tiene. Ello justifica plenamente el objeto de esta invención.

La invención que se presenta afecta al Sector de Mecánica, Iluminación, Calefacción, capítulo de Iluminación y Calor en lo concerniente a objetos de calefacción y sus accesorios incidiendo, desde el punto de vista industrial, en la fabricación de accesorios para radiadores.

Existen numerosos antecedentes en el campo de las instalaciones de calefacción pues aunque la calefacción central tiene relativamente pocos años de existencia, las mejoras que se han ido introduciendo en el sistema se han extendido a gran velocidad en el mercado pues se trata de algo muy relacionado con el bienestar y el confort en viviendas, oficinas y edificios públicos.

No vamos a entrar en el detalle de estas mejoras pues no es el objeto de este documento pero podemos indicar que hoy día las instalaciones de calefacción siguen siendo indispensables en la sociedad moderna pero vamos a analizar el principio de funcionamiento de las instalaciones a base de una caldera central y un conjunto de radiadores que se reparten por las distintas dependencias de un edificio que se pretende calentar.

La caldera está destinada al calentamiento del agua que se reparte por toda la instalación. Para ello está dotada de una serie de elementos huecos de hierro fundido, o cualquier otro material similar, que están llenos del agua de la instalación y que forman en su interior una especie de hogar donde se realiza la combustión del elemento generador de energía calorífica, normalmente carbón o algún combustible líquido como el gasóleo.

La caldera y los distintos radiadores están unidos por una red de tuberías que brevemente podemos dividir en dos categorías: las integradas en el flujo de circulación de agua caliente o de salida de caldera y las que integran el flujo de circulación del agua fría o flujo de retorno.

Pues bien, cada radiador recibe el agua caliente por su parte superior; por simple contacto se calienta el material de que está construido que, a su vez, calienta el aire que le rodea. Al tener el aire caliente menor densidad que el frío, asciende por convección y ocupa las capas más altas de la habitación. Como consecuencia del intercambio de calor entre el agua y el radiador, se enfría el agua y se desplaza a las zonas más bajas del mismo, comprendiéndose fácilmente que la salida del agua fría debe situarse en un punto bajo del citado radiador de donde se dirige, en circulación de retorno, a la caldera para su calentamiento. Se forma así un flujo continuo de circulación de agua que progresivamente va calentando los locales donde están instalados los respectivos radiadores.

En relación con la invención que nos ocupa, el problema habitual surge cuando, como consecuencia de una mala ejecución de la propia instalación, o como consecuencia de un defectuoso llenado de agua o por otros motivos, se forman bolsas de aire en distintos lugares impidiendo el correcto funcionamiento de uno o varios radiadores del sistema que, evidentemente reduce la eficacia general.

La fórmula normal para evitar este problema es equipar a cada radiador de salidas controladas de aire para realizar la “purga” del circuito general y garantizar su buen funcionamiento. De ahí que a los elementos utilizados para ello se les denomine “purgadores” que son unas válvulas de pequeño tamaño que se abren aflojando un tornillo roscado de punta cónica para una regulación gradual. Lo tradicional es colocar los citados purgadores en la parte más alta de los radiadores pues el aire, menos denso que el agua, se acumula siempre en dicha parte. Además lo tradicional es colocar cada purgador en el extremo opuesto de la llave de entrada por una razón elemental de no acumular dispositivos en el mismo sitio. En el proceso de llenado inicial del circuito es preciso abrir todos los purgadores para asegurar la ausencia de aire que se comprueba cuando sale agua de una manera continua por cada uno de los pequeños orificios de cada purgador en cuyo momento se pueden cerrar para la puesta en funcionamiento de la calefacción. Si el problema surge ocasionalmente en algún radiador aislado, lo cual se nota porque su parte alta permanece fría, lo único que hay que hacer es abrir el correspondiente purgador y dejar que salga el aire mezclado con agua hasta que se observe un chorrito continuo de agua.

Es evidente que para realizar las operaciones de purga, el purgador correspondiente debe estar perfectamente accesible para una actuación cómoda. Sin embargo es frecuente que en el proceso de amueblado de las viviendas o locales no se piense en este detalle resultando que la parte del radiador donde se ubica el purgador queda tapado por algún elemento haciendo dificultosa o incluso imposible las operaciones de purga.

Pues bien, el objeto de la presente invención que supone una aportación novedosa a lo existente hasta el momento, se refiere precisamente a la ubicación del purgador en cada radiador tal como se describe a continuación.

La presente invención, tal como ha quedado expuesto en la introducción, se refiere a una nueva concepción de la llave de entrada de agua a los radiadores de calefacción acumulando en la misma pieza tanto dicha llave de entrada como el purgador.

Normalmente todos los radiadores están preparados para instalar la llave de entrada en un extremo de la parte superior y un purgador en el extremo opuesto. Cuando se hace el amueblado de una habitación es frecuente que solo se piense en el grifo de entrada no dando importancia alguna al purgador que, como consecuencia queda inaccesible o con serias dificultades de acceso.

El inventor, con gran experiencia en instalaciones de calefacción, ha concebido un diseño de grifo de entrada de agua al radiador que incorpore el purgador. Este diseño además de facilitar la accesibilidad a este elemento también optimiza la operación de purgado inicial pues el aire que es impulsado por las tuberías ni siquiera entra en los radiadores pues encuentra la salida antes de entrar en ellos y aunque este proceso no sea exactamente así, por lo menos se minimiza la cantidad de aire embolsado en los radiadores.

En estas condiciones el grifo de entrada, tal como se verá en las figuras, consta de un ramal que enlaza con la tubería correspondiente de agua caliente, de otro ramal que enlaza con el radiador, de la llave de apertura y cierre del agua que permite o impide el paso de agua caliente hacia el radiador y por último del purgador propiamente dicho que, como es evidente, por las explicaciones que se han dado anteriormente está colocado en el ramal que va al radiador entre éste y la llave de paso. Bien es cierto que también sería válida la solución en que el purgador esté en el lado de la entrada de agua pero, en ese caso, para su purgado sería imprescindible mantener el grifo abierto.