En un giro sorprendente que ha dejado perplejos tanto a historiadores como a expertos en arqueología, la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) ha confirmado, mediante un informe clasificado recientemente desclasificado, la existencia del Arca de la Alianza. Este antiguo artefacto, que según la Biblia contenía las tablas con los Diez Mandamientos entregadas a Moisés, ha sido durante siglos objeto de misterio, especulación y fascinación.
En la tradición judeocristiana, el Arca de la Alianza es un cofre de madera recubierto de oro que, según la Biblia, fue construido bajo las instrucciones de Dios a Moisés en el Monte Sinaí. El Arca era considerado el recipiente sagrado donde se guardaban las tablas de la ley, que contenían los Diez Mandamientos. También se decía que poseía un poder místico, que otorgaba protección divina a los israelitas en su travesía a través del desierto y en sus batallas.
Tras la destrucción del Primer Templo de Jerusalén en el 586 a.C., el paradero del Arca ha sido un enigma. Durante siglos, los relatos sobre su ubicación han variado, y numerosos investigadores, arqueólogos y aventureros han buscado incansablemente el artefacto, desde el supuesto descubrimiento en Etiopía hasta las especulaciones en lugares como el Monte Nebo o la Ciudad Vieja de Jerusalén.
El informe desclasificado por la CIA ofrece una narrativa detallada sobre el descubrimiento del Arca en un lugar inesperado. Según el informe, una expedición secreta de la agencia, realizada en los años 70, descubrió pruebas irrefutables de la existencia del Arca en una región remota de Etiopía, cerca del antiguo monasterio de Santa María de Sión, en la ciudad de Axum. Este es un sitio que ha sido históricamente considerado como la ubicación del Arca, pero hasta ahora, no se había obtenido evidencia concluyente que lo confirmara.
De acuerdo con el documento, la CIA habría colaborado con arqueólogos locales, a la par que mantenía una vigilancia discreta sobre el lugar, dada la importancia estratégica y simbólica del hallazgo. La información contenida en el informe revela que el Arca fue encontrado en una cámara secreta bajo el monasterio, donde se conserva en condiciones óptimas debido a las medidas de protección adoptadas por los guardianes del lugar.
La ciudad de Axum, en el norte de Etiopía, ha sido considerada por muchos como el hogar del Arca de la Alianza, debido a la tradición local que sostiene que el rey Menelik I, hijo de la Reina de Saba y el rey Salomón, la llevó a este lugar en el siglo X a.C. Según los relatos etíopes, el Arca ha permanecido allí durante más de dos mil años, protegida celosamente por monjes y sacerdotes que han impedido su acceso a personas ajenas a la fe.
La CIA, en su informe, describe cómo se llevó a cabo la expedición en un contexto de gran secretismo, ya que las autoridades etíopes, conscientes de la relevancia histórica y religiosa del Arca, no querían que se hicieran públicas las pruebas de su existencia. La operación, denominada “Luz Eterna”, se centró en confirmar la autenticidad de los objetos religiosos almacenados en el monasterio, sin revelar la verdadera razón de la misión.
El informe clasificado menciona que el Arca de la Alianza fue encontrado en una cámara subterránea, sellada por siglos, rodeado de reliquias que corresponden a las descripciones bíblicas del antiguo templo. La CIA, al revelar el contenido de la expedición, ha asegurado que se han tomado todas las precauciones necesarias para no alterar la integridad del artefacto.
Aunque el informe no ofrece detalles específicos sobre la apariencia del Arca, debido a la naturaleza confidencial de la operación, las autoridades han confirmado que la estructura del cofre es consistente con las descripciones antiguas. Según los expertos que participaron en el descubrimiento, la tecnología utilizada para construir el Arca sería de una antigüedad y sofisticación que no corresponde con las capacidades de la época, lo que refuerza la teoría de su origen divino.
Este descubrimiento podría tener repercusiones significativas no solo en el ámbito histórico, sino también en la religión. Para muchos, el Arca es un símbolo de la alianza entre Dios y su pueblo, y su existencia podría reavivar debates sobre la veracidad de los relatos bíblicos. Además, si se confirma la autenticidad del Arca, podría reabrir las discusiones sobre su poder místico, que ha sido objeto de especulación durante siglos.
Los estudiosos del cristianismo y el judaísmo han señalado que este hallazgo podría arrojar nueva luz sobre la historia religiosa, aunque también podría generar tensiones entre diferentes grupos que afirman tener la custodia del Arca. La nación etíope, que históricamente ha reclamado la posesión del Arca, podría encontrar en este descubrimiento un argumento sólido para reafirmar su derecho sobre el artefacto.
La confirmación por parte de la CIA de la existencia del Arca de la Alianza abre un capítulo nuevo en la historia de la arqueología y la religión. Si bien el hallazgo ha sido recibido con asombro, también ha suscitado preguntas sobre la necesidad de mantener el secreto de tales descubrimientos. ¿Por qué la CIA decidió ocultar la existencia del Arca durante tanto tiempo? ¿Qué implicaciones tendrá este descubrimiento en las creencias religiosas de millones de personas?
Lo que parece claro es que el misterio del Arca de la Alianza no ha terminado, y con esta nueva evidencia, la búsqueda por comprender su verdadero poder y significado continúa.