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Las patentes han bajado un 10 por ciento en España, una caída relevante respecto al año anterior

Si ya el 2021 registró un descenso significativo, el 2022 ha ahondado todavía más esa brecha anotando un 10 por ciento de caída
Si la palanca de un país es la innovación, parece que España está perdiendo el punto de apoyo. Un descenso tan significativo debería ser motivo de preocupación para las autoridades políticas, pero y también, para los ciudadanos en general. La innovación da ventajas competitivas a quien la posee y, si España decae cada año en su volumen de patentes, está perdiendo capacidad para medirse con demás. De hecho, de la décima potencia mundial en términos totales ha pasado en muy poco tiempo a una posición más discreta y en el último año ha caído hasta el puesto 16, sobrepasada `por México. Siempre se ha constatado una relación muy directa entre el talento y la economía y parece que, en nuestro caso, ambas están menguando.

España  registra 25 patentes por millón de  habitantes
Si la evolución de solicitudes de patentes en España en los últimos 10 años ha sido ligeramente ascendiente o almenas sostenida, los dos últimos años, 2021 y 2022 ha sido claramente una debacle. El 2022 ha cerrado con un total de 1233 patentes, contra las las 1361 del 2021, lo que representa un 10 por ciento menos de solicitudes y al que hay que sumar otro 9 por ciento respecto al 2020
Cuando uno mira el cuadro de a bordo de toda la propiedad industrial de los últimos 5 años, por ejemplo, extrae una serie de conclusiones que merecen una atención urgente. Quizá al margen de la notable caída, cabe otra observación de mayor calado: que hay muchas multinacionales que solas y por si mismas registran más patentes que toda España junta. Las 1.233 patentes del año pasado son una cantidad poco acorde con la envergadura del país. Eso, traducido a población, representa un total de 25 patentes por millón de habitantes, muy lejos de los países que se codean con nosotros. Si lo comparamos con otro  país, Francia por ejemplo, vemos  que se registran mas de 14.000  patentes/año lo que  supone 210   patentes por millón de   habitantes. Nada comparable a nuestras cifras.

PATENTES EN FRANCIA copy

Huawei solo  registra tres  veces mas patentes  que   toda  España y ya sobrepasa las  100.000

¿Es transcendente que no produzcamos patentes? Para algunos, los dignatarios políticos, por ejemplo, parece que no les provoca ninguna inquietud; de hecho, ni se habla de ello; pero si se quiere fortalecer el músculo de un país, la innovación es la vitamina esencial. La investigación y el logro conseguido con ella, se traduce después en una patente y esa figura confiere un título de explotación exclusiva para producirla y aprovecharla. ¡Eso es una mina! Con esa facultad única te convierte en el rey de mambo para venderle a todo el mundo el producto que ellos no pueden producir; con lo cual, un país se convierte también de importador en exportador de los productos o servicios que haya creado y está respaldado por ese papelito de la patente. Produciendo, se abren mercados, se crean puestos de trabajo, se atrae a más talento y se incrementa, en definitiva, la economía de manera exponencial. Suerte que en el caso de España tenemos una “patente natural “que cubre una substanciosa parte de nuestro PIB y sigue tirando del carro y ayudando a nuestra economía: el turismo, pero ¿ese atributo puede cambiar y debilitar nuestra fortaleza nacional? Suceda o no, lo procedente es que las autoridades políticas den prioridad a lo que está sucediendo con el termómetro de las patentes y empiecen a corregir de inmediato esta tendencia agónica que es más que evidente no solo en el cuadro que adjuntamos sino en la vida real.

La inmensa mayoría de patentes, no tienen salida.
Pero una cosa es patentar y otra desarrollar, es decir convertir la idea en negocio. Y eso es harina de otro costal. A la cifra paupérrima de los registros se le añade otra más letal como es el porcentaje de explotación de patentes con un resultado razonable y que, según la encuesta del CLUB DE INVENTORES, apenas llega al 3 por ciento. Si en estos últimos años ha habido una inflación de leyes y decretos leyes de todo tipo, nadie ha visto que en el Congreso se produzca un debate sobre la calidad -o al menos de la cantidad- de nuestra innovación y se pongan recursos para ello. Menos mal que, rememorando la película, siempre nos quedará el turismo –o no-

patentes
Cae un 10 por ciento el registro de patentes en España
Las patentes muestran la fortaleza de un país; son como el ADN del talento, la prueba escrita de lo que ha conseguido de adelantos. Se depositan en el Registro que guarda y da fe del ingenio que hay dentro de sus paredes. Si ese almacén no se repone, pronto lo sufrirá la población. No fabricaremos nada propio y nos impondrán sus productos – novedosos- otros países que además son más competitivos. China sigue siendo un buen ejemplo. Su crecimiento económico en los últimos años ha sido espectacular y también tiene un reflejo en actividad inventiva. De los casi 3 millones y medios de patentes que se realizan en el mundo, 1 y medio corresponden a China; está a punto de ser la nación hegemónica en el mundo y lo será con toda seguridad en no más de cinco años. Y una cosa es ir para arriba y otra ir hacia atrás. Recuero al lector que para ganar terreno se debe ir un paso por delante. Este gráfico muestra claramente cómo vamos perdiendo terreno y no todo se debe a la pandemia, De hecho, el año 2020, donde una buena parte del mundo estaba en casa, los registros experimentaron un notable aumento, no así el año 2021 y 2022 done la caída ha seguido precipitándose y perdemos casi un 19 por ciento. Si descontamos el tamaño de algunos solicitantes como el CSIC, algunos laboratorios y grandes empresas que ostentan el mayor número de solitudes, el resto es residual

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Los Modelos de Utilidad caen más que las patentes
El Modelo de Utilidad es considerado una patente menor; tano su grado de novedad como su calado innovador es relativo, pero aun así es el refugio de muchas empresas e inventores `para proteger sus desarrollos. A l amuestra del gráfico no caben argumentos, un 18 por ciento menos que el año anterior que ya venía tocado el año 2020. Este dato no solo muestra un hecho objetivo, sino que recoge la desconfianza en la propia innovación o cuento menos, en la protección. Los inventores privados, muy dados a usar esta figura, aburridos, terminan por prescindir del Registro viendo que sus ingenios no tienen salida.
El mayor número de Modelos sobre las patentes, aparte de prescindir del Informe de la Técnica, tiene su base en su menor coste de registro. Por eso los inventores, esquilmados en su economía, se inclinan por esa figura, figura por otra parte obsoleta ya que la novedad nacional no tiene cabida en la era de internet

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El Diseño Industrial: la figura que no acaba de despegar
Su intención cuando nació fue darle un marco de carácter “diferenciador” sin necesidad de que aportará elementos científicos profundos y, por eso, está entre la Marca y el Modelo de Utilidad. En un mundo regido cada vez más por la imagen, el diseño era una identificación notoria para que el público lo reconociera y, por tanto, se buscó una figura que lo protegiera. Si bien es verdad que inicialmente cobró un fuerte impulso, a la luz de los datos, se ha quedado estancado, incluso ha caído en nuestro país un 11 por ciento respuesta al año anterior, muy similar a los anteriores

marcas
Las marcas caen estrepitosamente
En síntesis, la marca, pulsa el dinamismo de la economía de un país. Casi cualquier producto está vinculado a una marca. A sensu contrario, si bajan la solicitud de marca, será porque ha mermado la actividad a proteger. Y si esa caída es de un 14 por ciento no se puede dejar en una simple anécdota.

Algunas conclusiones
1. La caída ha sido general en todas las modalidades, lo cual va más allá de una incidencia coyuntural
2. A pesar de la pandemia y en el año más duro, el 2020, fue, sin embargo, un año prospero en registros: todas las figuras crecieron respecto al año anterior y ninguno posterior lo ha superado
3. Con la misma coyuntura, los registros de la Oficina Europea de Patentes que es la meca mundial de la innovación, no han dejado de crecer. Por tanto, no es excusa conformista que podamos aplicar
4. Se requiere un debate urgente sobre la “protección “de la protección por parte de los poderes públicos y que la ciudadanía y empresas consideren la propiedad industrial como un activo importante
5. La OEPM, como Organismo de custodia y promotor de la propiedad industrial, también tiene su responsabilidad. La gestión de los últimos años, pandemia incluida, ha dejado mucho que desear. El organismo ha sido históricamente modelo de gestión en la propiedad industrial, informatizándose incluso antes, por poner un ejemplo, que le registro alemán y tendría que seguir ese legado. Su mejor activo es el personal  preparado y competente
6. Aunque los recursos del Estado sean limitados, la prioridad exige incrementarlos en este rublo
7. Tampoco hay perspectiva a la vista de que cambie de tendencia. No vemos elementos que fundamenten un giro, al menos inmediato.
8. Falta sensibilización en todos ámbitos –político, empresarial y social- sobre la importancia de la innovación y la propiedad industrial. No hay nada como los inventos para hacer la vida mi fácil a la ciudadana y hacer crecer la economía y el empleo.
9. Se requiere una nueva formulación de la propiedad industrial -incluso a nivel global- para que responda a las necesidades actuales
10. Poner en marcha políticas de reconocimiento y premio a los líderes y próceres de la creación e investigación como se hace con el cine, la literatura, la moda, etc.