Inventor: José Luis Jiménez de Castro
Invento:
La presente invención se refiere a un juguete de ingenio, destinado a la participación de dos o más jugadores, que permite establecer entre ellos una competición mental, dado que cada jugada efectuada por un jugador interfiere en las posibilidades de jugadas posteriores para los restantes jugadores.
El objeto de la invención es conseguir un juguete estructuralmente simple, destinado a practicar el ejercicio mental de los jugadores que lo utilizan, ofreciendo una amplia gama de posibilidades de jugada que se van reduciendo progresivamente a medida que va avanzando el juego.
Actualmente no es conocido ningún juguete capaz de ofrecer unas prestaciones similares a las que constituye el objeto de la invención.
A la vista de las figuras reseñadas puede observarse como el juguete que la invención propone está constituido a partir de un cuerpo (1), de configuración cúbica, que entre cada pareja de caras paralelas incorpora una pluralidad de orificios pasantes (2), en el ejemplo de realización práctica representado son de configuración cilíndrica, pero que podrían adoptar cualquier otra configuración que se estime conveniente, dispuestos reticularmente, concretamente configurando una retícula ortogonal de 6 x 6 unidades, y de manera que los orificios (2) que relacionan las diferentes caras del cuerpo se cruzan en el interior del mismo, según los ejes de un sistema de coordenadas cartesianas, tal como muestra la figura 4.
Complementariamente en el juguete participan además una pluralidad de vástagos (3), como los representados en la figura 2, para los que se definen seis tamaños distintos, de longitud acorde para obturar, respectivamente, uno, dos, tres, cuatro, cinco o seis orificios del cuerpo (1), estando dichos vástagos (3) rematados en sendos cabezales (4) de mayor diámetro, que actúan como topes limitadores de penetración, y siendo los vástagos de cada tamaño de diferente color, para una fácil identificación de los mismos.
Preferentemente y de acuerdo con el número de orificios previstos para el cuerpo (1), en el juguete y para jugador participarán seis vástagos (3) de cada tamaño.
Volviendo nuevamente al cuerpo (1), éste presentará también sus caras de diferente color, bien para que cada una de ellas sea seleccionada por un jugador, o bien para que tan sólo puedan utilizarse en dicha cara los vástagos (3) del color correspondiente, en función del grado de dificultad que quiera darse al juego.
La estructura descrita se complementa con una serie de dados (5), como el representado en la figura 3, estableciéndose concretamente cuatro dados distintos, un dado cuyas seis caras serán las correspondientes a los seis colores de las respectivas seis caras del cuerpo (1), un segundo dado determinante del tamaño del vástago a utilizar en cada caso, un tercer dado que provisto de flechas determina una disposición de verticalidad para los vástagos (3), y un cuarto dado, similar al anterior, que determina el posicionamiento horizontal para dichos vástagos (3).
Evidentemente cuanto mayor sea el número de dados que participan en el juego, mayor serán los condicionantes del mismo, y consecuencia, mayor la dificultad para los jugadores.
De acuerdo con esta estructuración y como se desprende de la observación de la figura 4, a medida que los jugadores van introduciendo vástagos (3) en los orificios (2) del cuerpo (1), van impidiendo el acceso a otros orificios, lo que cada vez va haciendo más complicada la posibilidad de implantación de dichos vástagos, de manera que como resultado final del juego será ganador aquél que consiga acoplar en el cuerpo (1) todos los vástagos (3) de que disponía al inicio del juego, o aquél que finalmente, y ante la imposibilidad de seguir implantando vástagos, le reste un menor número de ellos.
Tal como anteriormente se ha dicho, cada una de las caras del cuerpo (1) corresponderá a un jugador, si bien y como anteriormente se ha dicho, pueden pertenecer dos o tres caras a cada jugador, en función del número de ellos, de manera que cuando la participación en el juego sea de seis jugadores (el número máximo de ellos), para que todas sus caras resulten practicables será preciso disponer de un soporte, no representado en los dibujos, que permita apoyar y estabilizar el cuerpo (1) a través de uno de sus vértices, en cuyo caso (3) de las caras del cuerpo (1) quedarán orientadas hacia abajo y, en consecuencia, será preciso que los vástagos (3) cuenten con algún tipo de medio de enclavamiento, para evitar su caída, como por ejemplo un pequeño reborde próximo a su cabeza (4), que encaje a presión en la embocadura de los orificios (2).
Como se desprende de lo anteriormente expuesto, la invención no sólo resulta aplicable a un juguete mecánico, con las piezas anteriormente descritas, sino que puede ser fácilmente transformado en un juguete electrónico o en un programa para ordenador.
De análoga manera, las posibilidades que ofrece en cuanto a juegos y reglas de juego, son prácticamente ilimitadas.