Inventor: Diego Ballestá
Biografía:
Nacido hace 32 años en Barcelona, es empresario. Esta invención se le ocurrió a raiz de tener que coger las heces de su perro Lukas, encontrándose siempre con el mismo problema ¿Cómo coger las heces sin notar el calor ni el tacto y dónde me limpio? Por este motivo, se le ocurrió mejorar las bolsas, incorporándole un aislamiento térmico con una bolsa biodegradable y una toalla de colonia para el aseo personal.
Invento:
La característica principal de la bolsa perfeccionada para las heces del perro, es que cuando se cogen las heces del perro, no se nota ni el calor, ni el tacto. Además cuando se da la vuelta a la bolsa ésta da por inercia una toalla de colonia, para el aseo personal del usuario. Gracias a esta bolsa los propietarios de perros, no tendrán nunca más excusas de no coger las heces en la calle, y evitando la alarma social que ocasiona las heces de los perros.
Esta innovación se presenta como la forma definitiva para coger las heces y otros productos desagradables. En el futuro lo llevarán las fuerzas de seguridad para guardar y transportar las pruebas policiales.
Actualmente se está comercializando en las tiendas de animales de Cataluña, Bruselas y Alemania. Además, es un producto ecológica biodegradable, siendo reciclable 100%, ayudando también a la agricultura.