Inventor: Francisco Sáez Clemente
Biografía:
Nacido hace 37 años en Almoradi, en el sur de Alicante. Destaca por ser una persona muy creativa, siempre buscando soluciones a problemas. Tiene competencias en diseño, creación y mejora técnica, mecánica, funcional y estética de objetos de cualquier índole. Así como habilidad para el manejo de materiales de todo tipo: madera, metales, resinas, arcillas, etc. Él mismo fabrica los prototipos de sus diseños. Todo lo aprendido a lo largo de su recorrido laboral- desde constructor de caravanas a maquetista de suelas, pasando por oficios de construcción, electrónica y electricidad- lo integra en su trabajo creativo. En la actualidad busca empresas o entidades que puedan estar interesadas en sus creaciones o que puedan necesitar de su ingenio.
Invento:
Estructura con mecanismo deslizante para convertir un sillón o un sofá en chaiselongue y cama.
Las principales diferencias con los mecanismos que actualmente se comercializan son:
– La LONGITUD que alcanza como chaiselongue (140 cm) y el grosor del cojín sobre el que reposan los pies (hasta 20 centímetros); si el respaldo se reclina hasta convertirlo en cama supera los 220 cm; por lo que pasa de un sillón compacto que ocupa muy poco espacio a una chaiselongue que recoge perfectamente las piernas, evitando que sobresalgan los pies como ocurre con la mayoría de sillones convertibles en chaiselongue que actualmente hay en el mercado. El GROSOR que permite del cojín es perfecto para el adecuado descanso de las piernas, sobre todo al convertirlo en cama, pues todo el cuerpo reposa sobre un colchón de igual grosor, al contrario que sucede con los sillones chaiselongue que hay actualmente en el mercado, que tienen un cojín muy delgado en la parte de las piernas porque su diseño no permite un mayor grosor.
– Los sofás cama o sofás chaiselongue que hay actualmente en el mercado obligan a la persona a levantarse del mismo para convertirlo. La innovación de este mecanismo es que SOLUCIONA este problema sin tener que recurrir a motorizar el sillón (como ocurre habitualmente). Este nuevo mecanismo permite convertir el sillón o el sofá en una chaiselongue o en una cama tan solo estirando suavemente de una cinta, sin tener que levantarse, así como replegarlo también sin tener que levantarse. Esto es muy cómodo para cualquier persona, pero sobre todo es muy práctico para aquellas que están CONVALECIENTES o tienen familiares MAYORES a los que no pueden pasar de la cama al sillón o viceversa. Este mecanismo ayuda a mejorar la calidad de vida tanto de los enfermos como de los cuidadores.