De la Historia, surgen las primeras patentes.............
La Primera Patente Española fue un molino y la concedió Isabel La Católica. La primera de la historia se considera una concedida a Brunelleschi en 1421.
Los antecedentes de las patentes modernas fueron los Reales Privilegios de Invención. El primero concedido en el mundo del que se tiene constancia lo fue en 1421 al insigne arquitecto Filippo Brunelleschi en Florencia por una barcaza original que consistía básicamente en una barcaza con una grúa para cargar y descargar el mármol que transportaban hasta Florencia a través del rio Arno, y también el derecho a quemar cualquier tipo de navío que copiara sus diseños. En las ciudades de la Italia renacentistas ya era habitual la concesión de monopolios sobre ciertas construcciones o técnicas artesanas, pero lo que distinguió al caso de Brunelleschi fue que esta vez se concedió sobre una invención y el beneficiado era el propio inventor. El Consejo de Florencia le otorgó un título de explotación por tres años.
La imagen se corresponde con el primer privilegio encontrado en un archivo español. Fue concedido en Sevilla en 1478 al médico Pedro Azlor por un nuevo sistema de molienda en grano. La reina Isabel la Católica lo protegía en todos su reinos por 20 años para que sólo el inventor o quien él designase pudiese utilizarlo y se fijaba la cantidad que deberían pagar aquellos que copiaran la invención (50.000 maravedís). No es seguro que Pedro Azlor fuera el inventor , pero si al menos el que lo introdujo en Castilla y, por tanto, el beneficiario de ese privilegio que le otorgaba la explotación exclusiva del mismo y establecía la cantidad a pagar por quien se atreviera a plagiarlo, una cantidad, por cierto muy elevada; se conoce que tenía el favor de la Reina , no en vano era su médico.
LA PRIMERA PATENTE DE LA OFICINA ESPAÑOLA DE PATENTES Y MARCAS
Pero se da la circunstancia que, cuando ya se configura lo que vendría a ser la Oficina de Patentes y es el antecedente de nuestra legislación actual, también la primera patente presentada se refería a un molino . A los Reales Privilegios La Constitución Española de 1812 ya afirmaba en su artículo 335, apartado 5, que: «Tocará a las diputaciones: Promover la educación de la juventud conforme a los planes aprobados, y fomentar la agricultura, la industria y el comercio, protegiendo a los inventores de nuevos descubrimientos en cualquiera de estos ramos».
El 2 de octubre de 1820, en las siguientes Cortes Liberales en Madrid, se promulgó un decreto moderno sobre Certificados de Invención, Mejora e Introducción que regulaba la concesión de patentes. Estuvo en vigor tres años, los que duró el Trienio Liberal, hasta que el 27 de marzo de 1826 se aprobó un Real Decreto de Privilegios Exclusivos de Invención e Introducción a partir del cual los inventores siempre han estado protegidos en España. Fue solicitado el mismo 27 de marzo de 1826 por el francés Jean-Marie La Perriere, antiguo intendente de víveres del ejército napoleónico, que había inventado un nuevo molino movido a mano. El fue el primero en inaugurar el Real Decreto promulgado por Fernando VII que le otorgó el titulo por un periodo de 10 años y , probablemente, fue copia de algunos otros molinos que ya funcionaban en Francia, pero él tuvo la habilidad de aplicarlo en España e hizo una gran fortuna a cuenta del pan.