Inventor: Miguel Àngel Arco López
Invento:
Quien no ha experimentado alguna vez la desagradable sensación de tocar el volante caliente de un coche aparcado al sol en verano, o notar que nos sudan las manos tras un tiempo conduciendo, a pesar de que tenemos encendido el aire acondicionado, ya que este enfría el habitáculo pero no las superficies como el volante.
Estas son las situaciones incomodas que pretende mejorar la presente invención. Su funcionamiento es muy sencillo, canaliza parte del aire (caliente o frio) procedente del sistema de ventilación del vehículo hasta el volante.
Para ello se sirve de unos conductos que parten de las canalizaciones de aire propias del vehículo, o de la caja donde esta alojado el ventilador y que terminaran en una pieza circular (fig.7) formada por dos mitades huecas, que una vez montadas crearan un espacio en su interior debidamente sellado y con orificios en las dos partes para permitir el paso del aire a través de ella, a la vez que permitirá girar una sobre la otra.
Una de las mitades quedara fijada a alguna parte del salpicadero, dependiendo del diseño de este y del volante puede colocarse más o menos superficial. La otra mitad girara solidaria con el volante y de ella parten otros conductos que pasando por el interior de las radios llegan a la circunferencia exterior del volante, la parte que entra en contacto con las manos, donde se dispondrá de un sinfín de orificios por donde finalmente saldrá el aire al exterior.
De esta manera conseguimos no solo enfriar o calentar la parte del volante en contacto con las manos, si no que de este saldrá una suave y agradable brisa que contribuirá a la comodidad y a la seguridad, ya que en las palmas de las manos se encuentran receptores de temperatura que colaboran en la sensación térmica del cuerpo.
La salida del aire puede hacerse por otra parte del volante, por ejemplo el centro, además se prevé un pequeño ventilador en alguna parte del conducto que aumente el flujo de aire y una válvula que permita cerrar el paso de aire si se desea.
Al ser un sistema bastante sencillo, no se estima un elevado aumento de los costes de fabricación ni de ensamblaje, como ocurre con otros sistemas que se sirven de elementos cerámicos para enfriar el volante, ya que estos son caros, de laborioso ensamblaje y con un elevado consumo eléctrico.