Inventor: Antonio De la Vega Montero
Invento:
En la actualidad, las barreras o guarda-raíles instalados en las carreteras españolas no protegen a los ocupantes de vehículos de dos ruedas que circulan por ellas.
Nuestro inventor Antonio de la Vega ha ideado un sistema para afrontar esta problemática con millones de ruedas.
Consiste en lo siguiente:
Se desarrolla el neumático haciendo cortes equidistantes sobre los flancos hasta la zona de rodadura, con una cizalla para que el alambre de acero que forma el aro metálico que recorre perimetralmente el ajuste de la rueda con la llanta, quede troceado pero reforzando por el borde interior del neumático.
Uno de dichos cortes será transversal y total, o sea dará la vuelta periféricamente al toroide. Esto permitirá desarrollar el neumático en toda su longitud sobre un plano. Entonces se recortan con cizalla, en cualquier punto de la franja de rodadura, los diferentes refuerzos que a modo de cintas o hilos metálicos llevan perimetralmente la franja de rodadura. La franja de caucho desarrollada que resulta, queda ondulante por tramos y prensada con una máquina adecuada (planchas o cilindros), cuyos elementos estarán a una temperatura no superior a 120ºC. Se irá aplanando conservando todos sus elementos incrustados en el caucho. Estas planchas de caucho reforzado servirán para hacer perforaciones en el centro de cada sector circular, cerca del borde.
Colgar mediante tornillos de cabeza plaza con arandela por el exterior y tuerca galvanizadas las planchas o ruedas planas de caucho del borde inferior del guarda-raíl metálico, tapando el hueco entre el quitamiedos y el pavimento, ya que el extremo inferior del caucho llegaría hasta el suelo.
Si el neumático original es pequeño, una vez desarrollado, puede colgarse verticalmente y si es largo, horizontalmente, etc. Estas protecciones pueden pintarse de blanco o rojo y ponerse alternadamente de tal forma que las zonas proclives a las calimas, nieblas, u otros fenómenos meteorológicos ayuden al conductor a situarse sobre el vial.
Con este invento se consigue eliminar dos millones aproximadamente de neumáticos viejos que contaminan el campo, aprovechar la materia prima a coste cero, salvar vidas, evitar los costes de una hipotética recuperación, etc.