Inventor: Alejandro Martín Lunas
Biografía:
Nacido en Madrid el 13 de mayo de 1944, estudió en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid. Debido a su amplia experiencia en el mundo de la construcción, que incluye desde el sector ferroviario hasta la hostelería, se le ocurrió la idea de este invento que podría representar un gran avance en el mundo de la construcción, gracias a su practicidad y diversas aplicaciones.
Invento:
- Plataformas y puentes enrollables.
- Escaleras enrollables.
La parte de la viga sometida a fuerzas de compresión, está formada por la parte rígida de los módulos, con la forma y materiales más adecuados para resistir los esfuerzos de compresión (hierro, hormigón, etc).
La parte de la viga sometida a fuerzas de tracción, está formado por elementos flexibles resistentes a los esfuerzos de tracción, como pueden ser cables, cuerdas, cadenas o similares.
Esta configuración aporta una gran resistencia a la viga.
Modificando la longitud del cable entre las abrazaderas de los distintos módulos, se modifica la forma geométrica de la viga.
La unión articulada de las partes rígidas de los módulos adyacentes, que están sometidos a esfuerzos de compresión, puede realizarse por medio de salientes en el módulo que encajan en los entrantes adecuados del módulo contiguo, y viceversa. Los módulos permanecen unidos por estar sometidos a fuerzas de compresión, y su articulación se garantiza por la forma de los salientes (por ejemplo forma semi-cilíndrica o semi-esférica):
También puede realizarse el montaje completo de la viga (articulaciones, parte rígida y parte flexible) en zonas distintas a su utilización, y transportarla enrollada (como i fuese una persiana) aprovechando que la parte flexible puede plegarse.
La facilidad para su transporte y la rapidez en el montaje adaptándola a la forma deseada, hacen que esta viga tenga muchas aplicaciones.
Estudiando la asignatura de Construcción en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales me enseñaron que utilizando un cable en la parte de la viga sometida a esfuerzos de tracción mejoraría la resistencia de la viga, aunque por aumentar el coste la idea resultaba inviable.
Posteriormente, todavía como estudiante, pensé que haciendo la viga articulada mejoraría su comportamiento a lo esfuerzos de flexión, pero encarecería aún más u coste.
Años después, y como diversión, retomé la idea y comprobé cómo con esa configuración se podía modificar la forma de la viga con gran facilidad.
Durante un viaje a la provincia de Misiones en Argentina, y disponiendo de mucha horas para pensar, vi mentalmente que la viga se podría enrollar como una persiana y por lo tanto realizar su montaje, con la forma deseada, en un almacén lejano, y posteriormente transportarla enrollada al lugar de su utilización. Esta facilidad podría justificar un mayor coste constructivo.
Ya sólo quedó buscar aplicaciones a la idea, como puentes ligeros militares, stands para exposiciones, andamios, encofrados, plataformas y escaleras enrollables para yates, escalera para incendios e incluso para realizar esculturas modernas de gran tamaño.
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