La inteligencia artificial (IA) ya no es exclusiva de la alta tecnología o de grandes plataformas digitales: está irrumpiendo en sectores tradicionales, incluido el sector del tabaco.
Aunque muchos solo piensan en este campo en términos de producción y consumo, el uso de IA está impulsando innovaciones en varias dimensiones desde la verificación de edad automática hasta el control de calidad de productos, pasando por el análisis del marketing y el comportamiento del consumidor, y la vigilancia para apoyar estrategias de salud pública.
? Verificación de edad y control automatizado
Uno de los usos más discutidos de la IA en este ámbito es la estimación automática de la edad de los compradores en puntos de venta como tiendas o estancos. La idea es simple: utilizar cámaras y algoritmos avanzados para identificar si la persona que intenta comprar productos de tabaco tiene la edad legal requerida, sin intervención humana directa.
Este enfoque responde a la necesidad de reducir el acceso de menores a productos nocivos y automatizar los sistemas de venta en entornos físicos. Sin embargo, también ha generado polémica, porque la estimación de edad por IA plantea riesgos si los algoritmos fallan o si se utilizan indebidamente para recopilar datos personales. En algunos lugares, representantes de la privacidad han expresado su oposición rotunda a que sistemas automáticos “adivinen” la edad a partir de características biométricas, argumentando que es una vulneración de derechos individuales y una invasión de la privacidad.
Producción y control de calidad
La IA también está siendo empleada para mejorar los procesos de fabricación en la industria del tabaco. Con técnicas de visión por computadora y aprendizaje automático, las líneas de producción pueden detectar defectos en los productos, optimizar mezclas de materiales o predecir fallos en equipos antes de que ocurran.
Este tipo de automatización y análisis avanzado puede incrementar la eficiencia industrial y reducir errores humanos, pero también puede plantear preguntas éticas sobre cómo se utiliza tecnología de alta precisión para perfeccionar productos que tienen implicaciones negativas para la salud pública.
Análisis de mercado y vigilancia del marketing
En un contexto donde la publicidad de productos de tabaco está altamente regulada o incluso prohibida en muchos países, la IA se emplea para analizar patrones de consumo, identificar tendencias y estudiar cómo las campañas comerciales impactan distintos grupos demográficos.
Estos sistemas pueden procesar grandes volúmenes de datos (redes sociales, patrones de compra, comportamiento de usuarios) para comprender mejor cómo optimizar o en casos de salud pública, restringir y vigilar la difusión de mensajes relacionados con el tabaco.
En manos de las empresas tabacaleras, estos análisis pueden servir para segmentar audiencias o adaptar productos, pero también pueden ser herramientas útiles para autoridades sanitarias que buscan comprender y contrarrestar estrategias publicitarias que impulsen el consumo.
Lucha antitabaco y salud pública
Lejos de estar solo al servicio del negocio, la IA también se está utilizando para apoyar estrategias de lucha antitabaco. Algoritmos pueden identificar grupos de alto riesgo, analizar la efectividad de campañas de concienciación o predecir tendencias de consumo para diseñar políticas más eficientes.
Modelos predictivos pueden ayudar a los sistemas sanitarios a proyectar la carga de enfermedades asociadas al tabaco, optimizar recursos de prevención o explicar qué factores están asociados a abandonos de consumo. Aquí, la tecnología se convierte en una herramienta al servicio de la salud pública.
Desafíos y debates éticos
El uso de IA en el sector del tabaco genera debates importantes:
- Privacidad y vigilancia: herramientas de estimación de edad o reconocimiento de patrones pueden implicar la recolección de datos sensibles.
- Neutralidad y sesgo: si los algoritmos están mal entrenados, pueden cometer errores de clasificación, especialmente con personas de grupos diversos.
- Regulación: aún no existen normas claras en muchos países sobre cómo se puede usar IA en puntos de venta para productos sensibles.
- Dualidad de uso: una misma tecnología puede servir tanto para proteger la salud como para optimizar la comercialización de productos nocivos, dependiendo de quién la controle.
Estos dilemas muestran que la innovación tecnológica no es neutral: su impacto depende del marco legal, ético y social en el que se implemente.









