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La arqueología, una disciplina que busca comprender y preservar el pasado a través del estudio de artefactos y sitios históricos, ha experimentado una revolución tecnológica gracias a la adopción del LiDAR. Esta tecnología de mapeado láser ha permitido a los arqueólogos y científicos descubrir y estudiar antiguas civilizaciones y paisajes de una manera sin precedentes, revelando detalles ocultos que anteriormente eran difíciles de detectar.

El LiDAR, acrónimo de "Light Detection and Ranging" (Detección y Medición de Luz), es una tecnología de teledetección que utiliza pulsos láser para medir la distancia entre el sensor y un objeto o superficie. Funciona emitiendo ráfagas de luz láser y midiendo el tiempo que tarda en rebotar en los objetos y regresar al sensor. Estos datos se utilizan luego para crear mapas de alta resolución en tres dimensiones del área escaneada.

El LiDAR ha demostrado ser una herramienta invaluable para la arqueología debido a su capacidad para penetrar densas selvas, cubiertas vegetales y terrenos accidentados que de otro modo serían difíciles o imposibles de explorar. Algunas de las aplicaciones más destacadas incluyen:

El LiDAR puede revelar estructuras y características enterradas bajo la vegetación o el suelo, como antiguas ciudades, templos, terrazas agrícolas y sistemas de irrigación.

Permite cartografiar extensas áreas geográficas y identificar patrones de asentamiento humano, incluyendo carreteras, caminos, canales y otras infraestructuras.

Facilita la comprensión de cómo las sociedades antiguas interactuaban con su entorno natural y cultural, revelando detalles sobre la organización social, económica y política de las civilizaciones pasadas.

Ayuda a identificar y proteger sitios arqueológicos vulnerables ante la urbanización, la deforestación y otros impactos ambientales y humanos.

El uso del LiDAR en arqueología ha llevado a numerosos descubrimientos significativos en todo el mundo. Algunos ejemplos incluyen:

1. Civilización Maya en Mesoamérica: Escaneos LiDAR en Guatemala revelaron la existencia de vastas redes de ciudades, carreteras y terrazas agrícolas ocultas bajo la densa selva, proporcionando nuevas ideas sobre la organización y la escala de la civilización Maya.

2. Angkor Wat en Camboya: El mapeo LiDAR reveló la complejidad y el alcance del antiguo complejo de templos de Angkor Wat, uno de los sitios arqueológicos más grandes y emblemáticos del sudeste asiático.

3. Ciudad Perdida en Honduras: Una expedición que utilizó LiDAR descubrió las ruinas de una antigua ciudad en la selva de Honduras, cambiando la comprensión de la historia precolombina de la región.

4. Paisaje Cultural en Europa: El uso de LiDAR ha revelado paisajes culturales enteros en Europa, incluidos antiguos campos agrícolas, fortificaciones y caminos romanos.

A medida que la tecnología LiDAR continúa mejorando en términos de resolución, precisión y accesibilidad, se espera que su aplicación en arqueología siga creciendo. Los avances en la miniaturización y el costo de los sistemas LiDAR también están abriendo nuevas posibilidades para su uso en proyectos arqueológicos de menor escala y en entornos urbanos.

Sin embargo, a pesar de sus numerosas ventajas, el LiDAR no es una solución universal y debe complementarse con métodos arqueológicos tradicionales, como excavaciones, datación por radiocarbono y análisis de materiales, para obtener una comprensión completa del pasado humano. Además, la conservación y protección de los sitios descubiertos mediante LiDAR sigue siendo un desafío importante, ya que la exposición excesiva y el turismo pueden dañar irreparablemente estos lugares históricos.

El LiDAR ha revolucionado la forma en que los arqueólogos estudian y preservan el pasado, permitiendo la exploración de paisajes y civilizaciones antiguas de manera más rápida, precisa y completa que nunca antes. Con su capacidad para revelar secretos ocultos bajo la vegetación y el suelo, el LiDAR continuará siendo una herramienta invaluable para desentrañar los misterios de la historia humana en los años venideros.